It can be scary to experience back pain when breathing. The good news is that most of the time, it's nothing to worry about. It's usually due to a musculoskeletal issue, like a pulled back muscle, reassures Steven Goostree, PT, DPT, OCS, a physical therapist at Hinge Health. In these cases, back pain while breathing usually gets better with conservative management such as rest, over-the-counter medication, physical therapy, and basic strengthening and stretching exercises, says Dr. Goostree.

But it's important to understand all the causes behind back pain when breathing. There are times when something serious can trigger pain while breathing, including infections, injuries, or heart or lung problems. Shortness of breath and chest pain can also indicate a heart attack or pulmonary embolism, both of which require emergency medical attention.

Here, learn more about possible musculoskeletal (MSK) causes of back pain when breathing, and how to treat them, especially with exercises from our Hinge Health physical therapists.

La relación entre el dolor de espalda y la respiración

Los pulmones ocupan una buena parte de la cavidad torácica. También están conectados con los músculos y nervios de la espalda y la parte media de la columna, conocida como columna torácica. “Esta es la región más larga y compleja de la columna vertebral; es como el hermano del medio”, explica el Dr. Goostree. “Es propensa a la rigidez. Al estar unida a las costillas, puede causar tensión en los músculos circundantes, lo que provoca dolor al respirar”.

Causas del dolor de espalda al respirar

Estas son algunas de las razones más comunes relacionadas con el sistema musculoesquelético por las que puedes experimentar dolores de espalda mientras respiras:

Distensiones y esguinces de espalda. Estos pueden ocurrir si levantas algo pesado o te retuerces o doblas. Puede deberse a una lesión repentina o a un uso excesivo gradual. Otros síntomas incluyen dolor que irradia a los glúteos, rigidez y espasmos musculares. También pueden causar dolor en el pecho y en la espalda al respirar.

Problemas de disco. Con el tiempo, los discos espinales que actúan como amortiguadores en la columna vertebral se debilitan. Esto puede provocar pequeñas grietas y desgarros en los discos, así como bultos. Todos estos factores pueden contribuir al dolor de espalda al respirar y moverse.

Osteoartritis. Puedes pensar que la osteoartritis solo afecta las rodillas o la cadera, pero comúnmente también afecta la columna vertebral. Esta degradación del cartílago amortiguador de las articulaciones afecta las articulaciones facetarias, que conectan tus vértebras espinales (huesos) entre sí. Esto puede causar dolor de espalda que puede empeorar con la respiración.

Lesiones en tejidos blandos. Si has sufrido algún tipo de traumatismo en la espalda (por ejemplo, un accidente de auto), el tejido circundante puede inflamarse, lo que puede dificultar la respiración, señala el Dr. Goostree.

Ciertas posturas para dormir. Si duermes boca abajo, puede ser muy duro para tu columna torácica. Si te despiertas con rigidez y dolor, puedes notar que tu dolor de espalda empeora con la respiración.

Escoliosis. Esta curvatura lateral de la columna vertebral puede ejercer más presión sobre la caja torácica y los pulmones, lo que puede hacer que la respiración sea dolorosa.

Cifosis. Los huesos espinales débiles, que a menudo se ven en los adultos mayores, pueden provocar una curvatura exagerada de la parte superior de la espalda. Esto puede causar dolor asociado.

Uso de arneses. Los corsés ortopédicos y las camisetas posturales son muy populares hoy en día, pero pueden empeorar el dolor de espalda y, potencialmente, provocar dolor de espalda al respirar. “Estos pueden ser buenos para usarlos a corto plazo, digamos una o dos semanas, pero si los usas demasiado, los músculos posturales que se supone que te mantienen erguido pueden debilitarse”, señala el Dr. Goostree. Una reseña de 2019 publicada en el Scandinavian Journal of Pain también concluyó que no hay evidencia de que las camisas correctoras de postura alivian el dolor musculoesquelético.

Afecciones crónicas 

Los problemas de salud crónicos que afectan el corazón o los pulmones pueden provocar dolor de espalda mientras respiras. Estos incluyen neumonía crónica, trastorno pulmonar obstructivo crónico (EPOC), insuficiencia cardiaca congestiva y cáncer de pulmón. 

Cuándo consultar a un médico

Si tienes dolor de espalda al respirar que dura más de una semana, consulta a tu médico para descartar una causa subyacente. También pueden recetar ejercicios terapéuticos que ayuden a fortalecer los músculos de la espalda. Puedes acudir a un fisioterapeuta en persona o utilizar un programa como Hinge Health para acceder a un fisioterapeuta a través de telesalud/video visita.

Deberías acudir a tu médico antes si notas un dolor agudo en la espalda cuando respiras, o si tu dolor de espalda está acompañado de:

• Hormigueo o entumecimiento en las piernas o los glúteos

• Fiebre, pérdida de peso o problemas intestinales o de vejiga

Dirígete a la sala de emergencias o llama al 911 si experimentas:

• Falta de aire o dificultad para respirar

• Dolor en el pecho que es agudo y te impide respirar profundamente

• Tos con sangre

Estas pueden ser señales de una embolia pulmonar (un coágulo de sangre en los pulmones) o un ataque al corazón.

Opciones de tratamiento

Si experimentas dolor de espalda relacionado con el sistema musculoesquelético mientras respiras, hay pasos que puedes seguir para calmar el dolor de espalda. Estos incluyen:

- Medicamentos de venta sin receta (OTC). Los analgésicos como ibuprofeno (Advil, Motrin), naproxeno (Aleve) y acetaminofeno (Tylenol) pueden ser útiles. Es importante que te asegures de que puedes tomar estos medicamentos con seguridad, según tu historial médico.

- Hielo o calor. Si el dolor de espalda se debe a una distensión o lesión reciente, coloca hielo en el área hasta por 20 minutos cada dos horas durante las primeras 48 horas. Después de eso, usa calor para calmar los músculos adoloridos de la espalda (ya sea con una almohadilla eléctrica o con calor húmedo como una toalla caliente).

- Ejercicios de fortalecimiento del torso para proporcionar más estabilidad a la columna vertebral.

- Ejercicio aeróbico. Concéntrate en nadar, andar en bicicleta estacionaria o caminar a paso ligero. Ninguno de estos ejercicios ejerce tensión adicional en la espalda.

- Levantar objetos de forma correcta. Ponte en cuclillas para levantar un objeto pesado. No te agaches y te levantes. Párate en un taburete para alcanzar cosas que estén por encima del nivel de los hombros.

- Mantener una buena postura. Cuando estés de pie, mantén un pie adelante y tus rodillas ligeramente dobladas para quitar presión de la espalda. Siéntate con las caderas ligeramente más altas que las rodillas.

- Dejar de fumar. Se ha relacionado con el dolor de espalda, incluidas las enfermedades discales degenerativas.

- Mantener un peso saludable. Si tienes sobrepeso, especialmente alrededor del abdomen, esto puede tensar tu espalda.

- Dormir de lado. Coloca una almohada entre las rodillas para reducir la presión sobre la espalda. Si duermes boca arriba, ten en cuenta que esta posición ejerce presión sobre la columna vertebral. Redúcela al colocar un par de almohadas debajo de las rodillas.