Tus rodillas son una parte importante de ti. Son la articulación más grande de tu cuerpo, y te permiten estar de pie, moverte y mantener el equilibrio. Pero como todas las estructuras de tu cuerpo, tus rodillas pueden cambiar con el tiempo. Las actividades que antes hacías con facilidad, como correr, saltar o incluso levantarte de una silla, pueden volverse más difíciles. Tus rodillas pueden sentirse más rígidas, y puedes notar cambios en el rango de movimiento. 

Un motivo frecuente es la artritis de rodilla. Puede causar molestias, pero las medidas conservadoras -especialmente el ejercicio y la terapia de ejercicio- pueden ayudar mucho a aliviar el dolor de rodilla relacionado con la artritis, dice Samantha Charlotin, PT, DPT, fisioterapeuta de Hinge Health.

Aquí encontrarás más información sobre la artritis de rodilla, y descubrirás cómo sentirte mejor, sobre todo con los ejercicios de nuestro fisioterapeuta Hinge Health.

¿Qué es la artritis de rodilla?

Hay dos tipos comunes de artritis que pueden afectar la rodilla: la osteoartritis de rodilla y la artritis inflamatoria. La osteoartritis de rodilla se desarrolla cuando el cartílago suave y esponjoso que amortigua las articulaciones de la rodilla cambia. Con el tiempo, esto puede hacer que los huesos se acerquen y a veces rocen entre sí durante el movimiento, lo que provoca irritación e inflamación.

Por otro lado, la artritis inflamatoria es el resultado de una respuesta inmunitaria hiperactiva, en la cual el sistema inmunológico ataca erróneamente tejido sano, provocando una inflamación crónica. Artritis reumatoide, artritis psoriásica y espondiloartritis son tipos comunes de artritis inflamatoria. Aunque estas afecciones pueden afectar a las rodillas, es menos frecuente, dice la Dra. Charlotin. 

Si tienes artritis en la rodilla, generalmente se debe a la osteoartritis.

Síntomas de la artritis de rodilla

"La artritis de rodilla no siempre es dolorosa", señala la Dra. Charlotin. De hecho, muchas personas tienen signos de artritis de rodilla, pero pueden no sentir ninguna molestia. Generalmente, si experimentas dolor con la artritis de rodilla, notarás que se va desarrollando gradualmente. Otros síntomas de la artritis de rodilla son:

• Rigidez, que dificulta doblar y estirar la rodilla.

• Crujidos en la rodilla. 

• Dolor que se agudiza después de la actividad. 

• Sensación de que tu rodilla está débil o a punto de doblarse. 

• Dolor que empeora con los cambios de clima.

¿Qué causa la artritis de rodilla?

Diferentes factores pueden contribuir a los cambios artríticos en la rodilla. Pero antes, lo diremos alto y claro: la artritis de rodilla no tiene nada de malo. Puede ser una parte normal de la vida. "Prácticamente todo el mundo desarrolla alguna artritis de rodilla al envejecer", dice la Dra. Charlotin. Aun así, hay cosas que pueden contribuir a la probabilidad de que desarrolles artritis de rodilla, como por ejemplo: 

• La edad. A medida que envejeces, son más frecuentes los cambios en el cartílago de la rodilla que conducen a la artritis, explica la Dra. Charlotin. Al menos el 80% de las personas mayores de 55 años tienen alguna evidencia radiográfica de artritis de rodilla, pero la mayoría no tiene dolor.

• El sexo. Las mujeres tienen de dos a tres veces más probabilidades que los hombres, de desarrollar artritis, incluida la de rodilla.

• El peso. Las personas con sobrepeso u obesas tienen un mayor riesgo de desarrollar artritis de rodilla, aunque estén sanas. Perder incluso una pequeña proporción de tu peso corporal puede ayudar a disminuir la tensión de la rodilla, al igual que moverse con regularidad y hacer ejercicios de fortalecimiento de la rodilla.

• Genes. Algunos genes específicos pueden aumentar el riesgo de desarrollar artritis de rodilla. La genética también puede contribuir a la forma de tus huesos o a la alineación de tus articulaciones, lo que también influye en tu riesgo de desarrollar la enfermedad. Aunque no puedes controlar tus genes, los factores del estilo de vida, especialmente el movimiento, pueden desempeñar un papel importante en la reducción del riesgo de artritis y sus síntomas.

• Actividades. La osteoartritis se ha relacionado con ciertos trabajos que requieren estar mucho tiempo en cuclillas y de rodillas. Algunos deportes, como el fútbol, el fútbol americano, la lucha libre, el boxeo, el ciclismo o la gimnasia, también se han relacionado con la osteoartritis. 

• Lesión pasada. Las lesiones anteriores, como las fracturas de rodilla o las roturas de meniscos o ligamentos, pueden contribuir a cambios en la rodilla que pueden provocar artritis más adelante. 

Artritis de rodilla: una perspectiva de Hinge Health

El primer instinto de muchas personas cuando oyen que tienen artritis de rodilla es limitar el movimiento de la rodilla. Después de todo, el movimiento empeorará el dolor, ¿no? Incorrecto. "El movimiento es una de las mejores cosas que puedes hacer para la artritis de rodilla", subraya la Dra. Charlotin. "Ayuda a que la sangre fluya hacia la articulación, manteniéndola fuerte y sana".

No podrás controlar todos los factores que intervienen en la artritis de rodilla, pero con los ejercicios de nuestros fisioterapeutas de Hinge Health (como los que se indican a continuación), podrás controlar el dolor y conseguir que tus rodillas -y tú- vuelvan a moverse.

Opciones de tratamiento para la artritis de rodilla

No puedes revertir la artritis de rodilla, pero puedes vivir una vida plena y productiva con ella. Los siguientes consejos de nuestros fisioterapeutas y médicos de Hinge Health pueden aliviar la artritis de rodilla.

Ejercítate. el movimiento es ungüento cuando se trata de tus articulaciones, y eso incluye tus rodillas. "El ejercicio ayuda a aumentar la producción de líquido sinovial de la articulación de la rodilla, que reduce la fricción en las articulaciones", explica el Dr. Charlotin. 

Aun así, sabemos que no siempre es tan fácil ponerse en movimiento, sobre todo si te duelen las rodillas. El movimiento, aunque a veces es doloroso, ayuda a la terapia de ejercicio de la rodilla aumentando el flujo sanguíneo y mejorando gradualmente la fuerza y la flexibilidad de la articulación. 

terapia de ejercicio. la terapia de ejercicio para la artritis de rodilla puede ser útil para muchas personas. Un fisioterapeuta puede enseñarte ejercicios específicos que mejoren la salud y la función de la rodilla y los músculos circundantes, aconseja el Dr. Charlotin. Un estudio publicado en 2020 en el New England Journal of Medicine descubrió que la terapia de ejercicio era más eficaz que las inyecciones de esteroides para la artritis de rodilla. 

Puedes ver a un fisioterapeuta en persona o utilizar un camino como Hinge Health para acceder a un fisioterapeuta a través de telesalud/videoconsulta. 

Medicamentos sin receta. Los analgésicos como el ibuprofeno (Advil, Motrin), el naproxeno (Aleve) y el paracetamol (Tylenol) pueden ser útiles para el dolor de la artritis de rodilla. Es importante que te asegures de que puedes tomar estos medicamentos con seguridad, basándote en tu historial médico.

Terapia con hielo o calor. El calor lleva el flujo sanguíneo a la rodilla, lo que aporta los nutrientes necesarios para la curación. Lo mejor es una ducha caliente, un baño, una botella de agua o una toalla húmeda calentada en el microondas, dice el Dr. Charlotin. El hielo también puede aliviar y reducir la hinchazón si la articulación de la rodilla está inflamada. Tal vez quieras probar ambos y centrarte en el que te haga sentir mejor.   

Autocuidado. Tanto la falta de sueño como el estrés crónico se han relacionado con los síntomas de la artritis de rodilla. Un estudio publicado en 2020 en la revista PLOS One descubrió que las personas que dormían menos de siete horas por noche tenían más probabilidades de manifestar dolor por artritis de rodilla. Otro estudio publicado en la Revista Internacional de Investigación Medioambiental y Salud Pública descubrió que el estrés crónico puede estar relacionado con el dolor crónico de rodilla. Las técnicas de atención plena, como la respiración profunda, pueden ayudar a mejorar el sueño y disminuir el estrés, dice el Dr. Charlotin, lo que, a su vez, puede ayudar a aliviar algunos síntomas de la artritis de rodilla.