Although neck pain can be, well — a pain in the neck, it’s something that affects millions of people every day. Whether it's from staring at a computer all day, carrying a heavy bag, or simply sleeping in an awkward position, neck pain can quickly become a nuisance. But it’s not something you have to just deal with. There are always ways you can prevent and manage neck pain. 

Here, learn more about what causes neck pain, and how to prevent and treat it — especially with exercises from our Hinge Health physical therapists.

¿Qué es el dolor de cuello? 

El dolor de cuello afecta la columna cervical, que es la región del cuello de la columna vertebral. Comienza en la base del cráneo e incluye siete vértebras (huesos) separadas por discos amortiguadores, nervios, músculos, ligamentos, tendones y más. 

El dolor de cuello puede localizarse en un punto específico o extenderse a la cabeza, la parte superior de la espalda, los hombros y los brazos. Puede ser agudo (que dura menos de 12 semanas) o crónico (que dura más de 12 semanas). 

Síntomas de dolor de cuello

Los signos y síntomas incluyen: 

• Dolor persistente que empeora cuando mantiene la cabeza en la misma posición 

• Dolor de cuello y hombros con espasmos musculares

• Dolor punzante o quemante 

• Mayor sensibilidad al tacto ligero o a la presión 

• Rigidez o tensión que dificulta mover la cabeza 

• Dolores de cabeza 

Dolor de cuello: una perspectiva de Hinge Health

Ya sea que tengas un diagnóstico de dolor de cuello o no, es común asumir que no moverlo es el mejor. Aunque el movimiento puede causar un aumento leve y temporal del dolor, en realidad es una de las mejores cosas que puedes hacer para aliviar el dolor de cuello. "Ahora sabemos que las cosas pueden empeorar demasiado si no te mueves", dice Dylan Peterson, fisioterapeuta, doctor en Fisioterapia, que es fisioterapeuta de Hinge Health. “No moverse es más riesgoso que moverse a pesar de algún dolor”. Estás en el lugar correcto para aprender sobre ejercicios suaves y estiramientos para aliviar y prevenir tu dolor de cuello.

Causas del dolor de cuello

Tu cuello participa en muchos de tus movimientos diarios. Aunque es una estructura muy fuerte y resistente, es propensa a algunas lesiones y afecciones que pueden causar dolor. Estas son algunas de las razones más comunes por las que puedes experimentar dolor de cuello: 

• Tensión muscular y distensión del cuello. Las actividades cotidianas, como sentarse en una posición durante demasiado tiempo, llevar artículos pesados, dormir en una posición incómoda, sacudir la cabeza durante el ejercicio y apretar los dientes pueden causar tensión y dolor en el cuello. 

• Permanecer en la misma posición durante largos períodos. No existe una postura “perfecta”, pero encorvarse, jorobarse o inclinarse hacia adelante (como al mirar un teléfono, computadora o tableta) durante largos períodos puede poner más tensión en tu cuello y causar dolor de cuello y hombros. 

• Cambios en las articulaciones. Ciertas condiciones se vuelven más comunes con la edad, y aunque estas condiciones son imperceptibles para muchas personas, pueden contribuir al dolor de cuello en algunos casos: 

  • Osteoartritis: cambios graduales en el cartílago entre los huesos

  • Estenosis espinal: estrechamiento de los espacios de la columna vertebral que albergan los nervios y/o la médula espinal

  • Enfermedad degenerativa del disco: cuando los cambios en los discos espinales ocasionan que las vértebras se junten 

  • Espolones óseos: crecimientos, que pueden estar relacionados con la artritis, que generalmente son inofensivos pero pueden causar dolor a medida que crecen y presionan los nervios 

• Nervio pinzado (también llamado radiculopatía cervical). Los nervios en el cuello se pueden comprimir o irritar donde se alejan de la médula espinal, causando entumecimiento, debilidad muscular y dolor irradiado en el hombro o el brazo. 

• Hernia dedisco (también se le conoce como ruptura de disco o disco herniado). El trauma o lesión puede hacer que los discos intervertebrales sobresalgan y empujen la médula espinal o las raíces nerviosas, causando dolor. 

• Lesión, como latigazo cervical. Los traumatismos que provocan una sacudida de la cabeza hacia atrás y hacia adelante (frecuentes en deportes de contacto y accidentes automovilísticos) pueden lesionar los tejidos blandos y las pequeñas articulaciones del cuello dando como resultado un esguince cervical. 

• Estrés emocional. El estrés, la ansiedad y el bajo apoyo social pueden causar tensión y dolor en cuello y hombros.

• Estrés físico. Los movimientos repetitivos o la actividad extenuante para la que tu cuerpo no está preparado pueden causar lesiones por uso excesivo de los músculos, tendones y ligamentos del cuello.  

• Condiciones y enfermedades. La artritis reumatoide, la fibromialgia, la meningitis y, en casos poco frecuentes, las masas que incluyen tumores y quistes pueden provocar dolor en el cuello.

Cuándo consultar a un médico 

El dolor de cuello no suele indicar un problema grave, aunque es normal que te preocupe. Muchos miembros de Hinge Health nos preguntan: "¿Cómo sé si el dolor de cuello es grave? ¿Debería ver a mi médico, solo por precaución? 

"Muchas personas experimentarán dolor de cuello en algún momento de sus vidas", dice el Dr. Raymond Hwang, director médico sénior de Hinge Health. "Aunque el dolor puede ser incómodo, la mayoría de los casos de dolor de cuello mejoran con el tiempo y tratamientos no quirúrgicos como descanso, AINE, fisioterapia e inyecciones epidurales. La mayoría de los episodios de dolor de cuello no son peligrosos, pero hay algunas situaciones en las que se debe buscar atención médica adicional." 

Consulta al médico si tu dolor de cuello:

• Es el resultado de una lesión como un accidente automovilístico o caída.

• Se presenta con pérdida de coordinación, pérdida de destreza o debilidad en brazos o piernas. 

• Va acompañado de entumecimiento u hormigueo en brazos o manos.   

• Se presenta con dolor de cabeza, mareos, náusea o vómito. 

• Involucra la pérdida del control de esfínteres.

• Se presenta con escalofríos, fiebre o pérdida de peso inexplicable.

Consejos de prevención 

Si eres propenso al dolor de cuello, hay muchas cosas que puedes hacer para controlarlo y prevenirlo. 

• Mantén el cuello en posición neutra. Cada persona es diferente y no hay una forma de sentarse, levantarse o caminar que funcione para todos. Pero hay algunas técnicas que ayudan a muchas personas a evitar el dolor de cuello y hombros. 

• Cuando estés sentado o de pie, intenta mantener los hombros alineados sobre la cadera y las orejas alineadas sobre los hombros. 

• Cuando estés hablando por teléfono, evita colocarlo entre la oreja y el hombro.

• Cambia de posición. Como dicen nuestros fisioterapeutas: "La siguiente posición es la mejor". Si te sientas frente a la computadora durante largos períodos de tiempo, muévete y cambia de posición con frecuencia para evitar el “cuello técnico” (dolor y rigidez ocasionado por mirar hacia la pantalla por un tiempo prolongado). 

• Ajusta tu espacio de trabajo. Ajusta la altura de tu escritorio, silla y computadora para que el monitor esté al nivel de los ojos y las rodillas estén ligeramente más abajo de la cadera. 

• Cambia tu posición para dormir. Dormir de lado o boca arriba suele ser lo mejor para prevenir el dolor de cuello, ya que ayuda a mantener la columna vertebral alineada. (Las orejas, los hombros y las caderas deben estar más o menos alineadas entre sí). Las almohadas de plumas y memory foam que se ajustan a esa curvatura natural del cuello también ayudan. 

• Deja de fumar. Fumar puede aumentar el riesgo de desarrollar dolor de cuello, ya que se ha demostrado que acelera la degeneración del disco cervical. 

• Realiza ejercicios terapéuticos. Los movimientos, ejercicios y estiramientos específicos aumentan la fuerza y flexibilidad del cuello y los músculos circundantes. Esto reduce el estrés en la columna cervical y ayuda a prevenir la tensión y el dolor de cuello. (Más información al respecto a continuación).  

Tratamiento para el dolor de cuello

El mejor tratamiento depende de la naturaleza y la causa del dolor, pero los siguientes consejos de nuestros fisioterapeutas y médicos de Hinge Health pueden proporcionar alivio en la mayoría de los casos de dolor de cuello leve a moderado.

• Hielo y calor. Alterna usando un paquete de hielo y una almohadilla térmica durante 20 minutos, según sea necesario, para reducir la inflamación (hielo) y aumentar el flujo sanguíneo para combatir el cuello rígido (calor).  

• Medicamentos de venta sin receta (OTC). Los analgésicos como el ibuprofeno (Advil, Motrin), el naproxeno (Aleve) y el paracetamol (Tylenol) pueden ser útiles para el dolor de cuello. Es importante que verifiques que puedas tomar estos medicamentos de manera segura, según tu historial médico.

• Neuroestimulación eléctrica transcutánea (TENS). Una unidad TENS es un dispositivo especial que transmite una corriente eléctrica de baja intensidad a la parte del cuerpo que duele o está rígida. TENS puede ser útil para el dolor agudo y crónico. Generalmente, una unidad TENS se considera segura, no invasiva y fácil de usar. 

• Tracción. La tracción de cuello (o cervical) utiliza pesas, poleas o un dispositivo inflable para estirar suavemente el cuello. A menudo requiere la supervisión de un profesional médico o fisioterapeuta, y puede aliviar el dolor de cuello en algunas personas.

• Inyecciones de esteroides. Si el medicamento de venta sin receta no ofrece suficiente alivio del dolor, tu médico puede sugerirte inyecciones de corticosteroides. Se inyecta una solución esteroide en diferentes partes del cuello para reducir la inflamación y el dolor. En ciertos casos, se inyectan los nervios espinales y en otros casos las articulaciones.  

• Tratamientos complementarios. Habla con tu proveedor si estás interesado en probar tratamientos alternativos para aliviar el dolor de cuello, como masajes, acupuntura o atención quiropráctica.

Si bien todas las medidas anteriores pueden ayudar a aliviar el dolor de cuello, los ejercicios terapéuticos son los más eficaces.