Esperas los dolores de espalda durante el embarazo que vienen con el peso adicional del bebé. Y los pies hinchados parecen ser parte del paquete. Pero el dolor en la pelvis cuando caminas o intentas ponerte unos leggings puede sorprenderte un poco. Tiene un nombre: dolor de la cintura pélvica (DCP). Y afecta aproximadamente a una de cada cinco mujeres embarazadas. ¿Bastante habitual? Sí. Pero común no significa normal. No tienes que soportar el dolor de la cintura pélvica hasta que des a luz a tu bebé. Aquí, aprende más sobre el dolor de la cintura pélvica relacionado con el embarazo, y descubre cómo obtener alivio del dolor con ejercicios y consejos de nuestros fisioterapeutas de Hinge Health.

¿Qué es el dolor de la cintura pélvica?

En primer lugar, una rápida lección de anatomía: la cintura pélvica es el anillo de huesos en forma de cuenco situado en la base de la columna vertebral. Se compone de tres partes: el sacro (o hueso triangular de la parte inferior de la espalda), que se asienta en el centro; el cóccix(coxis) está debajo del sacro; y los huesos de la cadera flanquean cada lado y se unen en la parte delantera. La cintura pélvica está sostenida por ligamentos y músculos fuertes, incluidos los músculos del piso pélvico. Cualquier tipo de dolor en o alrededor de los huesos y articulaciones pélvicos se engloba bajo el término dolor de la cintura pélvica (DPC): desde una sensación punzante en la articulación pélvica situada en la parte delantera de la pelvis (llamada sínfisis púbica) hasta un dolor sordo en la parte baja de la espalda que puede irradiarse por el pliegue de las nalgas hasta las caderas y los muslos.

Cuando el dolor procede de la sínfisis púbica, también se denomina disfunción de la sínfisis púbica (DSP). Cuando afecta a las articulaciones sacroilíacas -que conectan el sacro con los huesos de la cadera- puede denominarse dolor de la articulación sacroilíaca (SI).

Síntomas del dolor en la cintura pélvica

El dolor de la cintura pélvica puede ser constante o ir y venir. Para algunos, el dolor puede ser leve; para otros, es lo bastante intenso como para alterar tu rutina diaria. Con PGP, puedes sentirte:  

• Dolor en la parte anterior o posterior de la pelvis, que puede ser punzante o constante

• Dolor que se irradia a la parte baja de la espalda, las nalgas, las caderas o los muslos

• Chasquidos o rechinidos en la zona pélvica

• Dolor tras permanecer sentado durante periodos prolongados

•  Dolor que empeora con el movimiento, como al andar, al subir o bajar escaleras, al permanecer de pie sobre una pierna (por ejemplo, al vestirte), al separar las piernas al entrar y salir de la cama o al entrar y salir del coche, o durante las relaciones sexuales.

Causas del dolor en la cintura pélvica

El dolor de la cintura pélvica es más frecuente durante el embarazo y después del parto. Muchos factores contribuyen al dolor de la cintura pélvica en el embarazo. La combinación de un bebé en crecimiento y la hormona relaxina del embarazo puede afectar a tus articulaciones y a la mecánica de tu cuerpo. Como consecuencia, la cintura pélvica y los músculos y ligamentos circundantes pueden perder estabilidad, lo que provoca dolor. Tu barriga, cada vez más pesada, también puede desplazar tu centro de gravedad en el segundo y tercer trimestres, cambiando la forma en que te sientas o te pones de pie y ejerciendo una presión adicional sobre la pelvis.

Entre los factores de riesgo del dolor de la cintura pélvica en el embarazo y el posparto se incluyen:  

• Antecedentes de dolor pélvico o lumbar

• Lesión o traumatismo pélvico o lumbar previo

• Embarazo múltiple  

• Dolor en la cintura pélvica con un embarazo anterior

• Trastornos de hipermovilidad

• Sobrepeso o índice de masa corporal (IMC) elevado

• Un trabajo físicamente exigente

• Demasiado cansado o estresado

El dolor de la cintura pélvica suele estar relacionado con el embarazo. Pero puede afectar a cualquiera y puede deberse a otros factores, como problemas musculares, lesiones, artritis, etc. 

Dolor de la cintura pélvica en el parto

El dolor de la cintura pélvica no causará ningún daño a tu bebé. Y la mayoría de las mujeres que experimentan dolor en la cintura pélvica durante el embarazo pueden dar a luz por vía vaginal. "Pero los síntomas de dolor en la cintura pélvica pueden empeorar durante el parto, lo que puede dificultarlo", explica Gwen Smith, PT, DPT, fisioterapeuta de Hinge Health.

Tu obstetra o fisioterapeuta puede sugerirte posturas de parto y nacimiento que pueden ser más cómodas o ayudar a aliviar el dolor de la cintura pélvica durante el parto.

Dolor pélvico: una perspectiva de Hinge Health 

En Hinge Health, nos gusta decir que el movimiento es medicina, y eso es definitivamente cierto cuando se trata de mujeres embarazadas y bebés saludables. El ejercicio prenatal regular ofrece una larga lista de beneficios, desde ayudar a aliviar el dolor lumbar hasta mejorar el sueño y aumentar la energía. Es importante mantenerse activo incluso con dolor en la cintura pélvica, evitando los movimientos que puedan agravar el dolor. 

"El ejercicio puede ayudar a aliviar el dolor de la cintura pélvica, pero quizá sientas que te duele demasiado como para empezar a moverte", dice el Dr. Smith. "Ahí es donde un fisioterapeuta (PT) puede ayudar". Los fisioterapeutas pueden ayudarte a identificar las posturas y actividades que empeoran tus síntomas y proporcionarte consejos y pequeños ajustes en tu rutina diaria para aliviar el dolor de la cintura pélvica. También pueden sugerir ejercicios para fortalecer los músculos pélvicos y mejorar la estabilidad para ayudar a reducir el dolor durante el embarazo y el parto.

Formas de manejar el dolor de la cintura pélvica

Hay muchas formas de aliviar el dolor de la cintura pélvica. Un fisioterapeuta especializado en el piso pélvico puede ofrecerte consejos y estrategias de estilo de vida para ayudarte a controlar tus molestias y reducir los síntomas, como por ejemplo:

Modifica las actividades cotidianas que agravan tu dolor.

• Párese con su peso distribuido de manera uniforme en ambas piernas en lugar de inclinar la cadera hacia un lado. Esto puede ayudar a mantener tu pelvis en una posición neutra, reduciendo la tensión sobre las articulaciones y los músculos. Interrumpe los periodos largos de pie con descansos en los que te sientes.  

• Siéntate con ambos pies apoyados en el suelo y las rodillas flexionadas a una altura no superior a la de las caderas. Evita cruzar las piernas, ya que puedes forzar tu pelvis.

• Acorta la zancada cuando camines (da pasos más pequeños).

• Sube las escaleras de a un escalón a la vez (comenzando con tu pierna más fuerte) o hazlo de lado.

• Para bajarte del auto, gira tu cadera hacia la puerta y mantén tus piernas juntas antes de levantarte.

•  Al vestirte, siéntate en una silla o en la cama para evitar estar de pie sobre una sola pierna.

Involucra el centro (core) cuando cambies de postura. Contraer los músculos de tu centro (core), antes de pasar de una posición a otra (por ejemplo, levantarse de una silla o darse vuelta en la cama) puede ayudar a sostener la pelvis y aliviar el dolor de la cintura pélvica. Replantea tu posición al dormir.Dormir de lado suele ser lo más cómodo, sobre todo al final del embarazo. Añade una almohada entre tus rodillas para apoyar la cadera y la pelvis, o una almohada de cuerpo entero para un apoyo adicional.

Considera la posibilidad de utilizar un cinturón de soporte para embarazadas. A diferencia de las bandas para el vientre (que sostienen tu vientre), los cinturones de soporte pélvico se ajustan más y se ponen abajo alrededor de tus caderas para apoyar tus articulaciones, lo que puede ayudar a aliviar el dolor de la cintura pélvica. Funcionan mejor bajo la ropa, pero pueden llevarse encima de la ropa si irritan tu piel.