Ya sabes cómo va esto: estás a punto de empezar de nuevo y te marcas un objetivo de bienestar. Tal vez te hayas comprometido a despertar a las 6 de la mañana para hacer una caminata diaria, comer ensaladas saludables para el almuerzo o hacer una meditación nocturna antes de acostarte.

Entonces la vida real se interpone en el camino. Pones el botón de repetir la alarma del despertador o te quedas con tu sándwich habitual. Y sientes que tuviste una derrota.

Escucho hablar de retos como estos Todos. El. Tiempo. Sé la frustración que sientes cuando realmente quieres hacer un cambio en tu vida pero no puedes lograrlo.

Progreso, no perfección

Como entrenador de salud de Hinge Health, mi trabajo consiste en ayudar a la gente a introducir cambios saludables en su estilo de vida fijando y alcanzando objetivos que les acerquen a su visión definitiva del bienestar. En esta función, actúo como colaborador en la responsabilidad y “guía cercano” para brindarles apoyo mientras trabajan para adquirir y mantener hábitos saludables.

Cuando llegan esos momentos de decepción de ti mismo(a), una cosa que digo siempre a mis clientes es la siguiente: se trata de progresar, NO de alcanzar la perfección. (A decir verdad, si fuera fácil crear y mantener nuevos hábitos saludables, me quedaría sin trabajo).

Esto se debe a que habrá altibajos en Tu viaje hacia la salud a medida que trabajas para adquirir y mantener nuevos hábitos. Crear un estilo de vida más saludable definitivamente no sucede de la noche a la mañana. Salirte de tus objetivos es parte del proceso.

De hecho, es mejor sentirse cómodo con la idea de que ocurrirán los contratiempos.

Ya sea por tener un hijo enfermo, la familia en la ciudad o una carga de trabajo más pesada de lo normal, es fácil salirse de nuestras rutinas saludables, ya que las prioridades pueden cambiar. También es fácil desanimarse y castigarnos por no hacer lo que dijimos que haríamos.

Pero este tipo de pensamiento no es útil.

Mi sorprendente consejo para volver a la normalidad

Te daré un pequeño consejo que me encanta recomendar: toma tu objetivo, sea cual sea, y PÁRTELO EN DOS.

Sí, así es. Si estás teniendo problemas para alcanzar la meta que inicialmente te fijaste, divídela más.

Objetivo anterior: supongamos que planeaste hacer tus ejercicios de Hinge Health cuatro veces esta semana. No se cumplió (sin críticas).

Nuevo objetivo: al comienzo de una nueva semana, planea usar la app Hinge Health dos veces en lugar de cuatro.

La idea es hacer que tu objetivo sea más pequeño, lo que lo hace más factible.

Entonces, ¿qué hago?

Si llegas a la nueva meta: celebra tu victoria dándote algún reconocimiento o incluso una pequeña recompensa. Apégate a este plan hasta que te sientas listo(a) para desafiarte más.

Si no alcanzas el nuevo objetivo: pártelo en dos DE NUEVO. Así que ahora apuntarás a hacer ejercicio una vez por semana, lo que sigue siendo un paso en la dirección correcta.

Está absolutamente bien revisar tu plan según sea necesario. Hay mucho poder en tomar medidas hacia tu objetivo, incluso si es un micropaso, porque eso sigue siendo progreso. Hay belleza en la simplicidad. Estar abierto a la adaptabilidad puede ser un punto de inflexión.

Algunos recordatorios

• Tienes la opción de volver a empezar después de un contratiempo.

• Tienes la capacidad de adaptarte a obstáculos inesperados que se te presenten.

• Ya tienes las herramientas necesarias para hacer reajustes y revisar el camino cuando sea necesario.

Con este cambio de mentalidad de "cortarlo en la mitad", puedes comenzar a observar los obstáculos de manera diferente. Puede que te sientas más a la altura de un desafío. Incluso puedes empezar a aceptar nuevos obstáculos porque sabes que tienes una herramienta para ayudarte a superarlos.

En este caso, pensar en pequeño puede ayudarte a tener grandes logros.