El dolor MSK es un problema de gran repercusión para los equipos de beneficios, debido a su gran impacto en el bienestar de los empleados y el costo del tratamiento. Se ha comprobado que los tratamientos tradicionales, como las cirugías o la administración de medicamentos, son caros e ineficaces. Ha llegado el momento de adoptar un enfoque diferente para tratar el dolor musculoesquelético.

A continuación se exponen cuatro razones por las que muchas organizaciones líderes están adoptando un nuevo enfoque del dolor musculoesquelético:

1. Gastos en atención médica. En Estados Unidos, las condiciones MSK representan la sexta parte del total de gastos en el mercado de la salud; y estos gastos se duplicaron entre 2010 y 2019, en gran medida por el creciente costo de las cirugías. Los costos anuales de las condiciones MSK, incluidos los relativos a atención médica y a la pérdida de productividad de los trabajadores, ascienden a unos $600,000 millones —cifra superior a los costos anuales asociados con las enfermedades cardíacas ($309,000 millones), el cáncer ($243,000 millones) y la diabetes ($188,000 millones).

Los costos unitarios por condiciones MSK han aumentado debido a que la fusión vertebral es el procedimiento más costoso en términos de demandas por negligencia médica entabladas por pacientes hospitalizados. De hecho, el costo total de las operaciones de fusión vertebral de pacientes hospitalizados se duplicó entre 2010 y 2019, pasando de de $1,200 millones a $2,400 millones en un conjunto de datos de más de 40 millones de estadounidenses. La conclusión es que los nuevos enfoques para tratar los dolores MSK representan una oportunidad para que los empleadores solucionen un importante factor de costos de salud.

2. COVID-19. La pandemia afectó el cuidado clínico MSK de dos maneras importantes. El cambio a la modalidad de teletrabajo ha agravado el problema del dolor MSK. Casi tres cuartas partes de los empleados con condiciones MSK (70 %) informan que su dolor ha empeorado o que están experimentando nuevos dolores desde el comienzo de una rutina de trabajo remoto. Además, durante el pico de la crisis de COVID-19, más de la mitad de los adultos (52 %) no recibió atención médica. Si bien el sistema de salud ha reanudado los procedimientos electivos y la demanda de servicios médicos ha vuelto a los niveles normales anteriores a la pandemia, actualmente hay enormes atrasos en las cirugías.

Algunos estudios han demostrado repetidamente que la cirugía y las inyecciones son ineficaces para resolver el dolor de espalda y de articulaciones. Las empresas ahora tienen una breve ventana de oportunidad para ejecutar nuevos programas MSK que pongan fin a las cirugías inadecuadas e inicien tratamientos conservadores más eficaces, como los de ejercicios terapéuticos y cambios en el estilo de vida. El cuidado clínico MSK digital es una forma escalable de brindar atención conforme a las mejores prácticas, que va más allá de la fisioterapia e incluye apoyo conductual y programas para promover nuevos hábitos de estilo de vida.

3. Salud mental. Como se señala en un artículo reciente del New York Times, la mente y el cuerpo son inseparables en términos de bienestar. Las condiciones de salud mental no tratadas pueden aumentar la probabilidad de que se desarrolle una condición de salud física, mientras que los trastornos físicos pueden exacerbar los problemas de salud mental.

El dolor MSK es complicado y multidimensional. Casi dos tercios de las personas con depresión padecen dolor crónico y no es infrecuente que experimenten ciclos de depresión y dolor. De hecho, lo que ocurre es que el estrés, la ansiedad y la depresión pueden sobreestimular el sistema nervioso. Esto puede hacer que la gente perciba el dolor de una manera exagerada, al punto de que cuando ya se curó una lesión física, a veces sigue pensando que le duele.

Sin embargo, algunos estudios han demostrado que la educación puede ayudar a los pacientes a superar el dolor. Cuando comprenden la neurociencia que explica las causas del dolor y se dan cuenta de que este no es solo físico, están más dispuestos a moverse y hacer sus ejercicios terapéuticos. La educación les permite superar el miedo a moverse y, en última instancia, su sensación de dolor.

Al ayudar a los empleados a superar el dolor MSK crónico de una manera integral, los empleadores tienen la oportunidad de influir directamente en la salud física y mental. Los miembros de Hinge Health informan no solo una disminución del 69 % del dolor físico, sino también una reducción del 58 % de la ansiedad y la depresión.

4. Diversidad, equidad e inclusión (DEI). Un aspecto importante de la DEI es el acceso equitativo a la atención médica. Un estudio de resultados posoperatorios en pacientes sometidos a una fusión lumbar de un nivel reveló que la presencia de un determinante social de disparidad sanitaria se asoció con un 70 % más de probabilidades de ocurrencia de una complicación.

Los determinantes sociales de la salud, como el estatus socioeconómico, el vecindario, el nivel ocupacional y la educación, también inciden en el dolor crónico. Los investigadores observaron que los pacientes con un nivel de educación inferior tienen 2.8 veces más probabilidades de desarrollar dolor crónico de rodilla después de una artroscopia que aquellos con un nivel de educación superior. Además, los pacientes con un nivel socioeconómico inferior tienen un 63 % más de probabilidades de recibir solo opioides para el dolor crónico, en lugar de opioides más un tratamiento no farmacológico.

Existen oportunidades para que los empleadores mejoren la equidad ofreciendo un acceso a la atención médica justo, fácil de usar y asequible por medio de soluciones MSK digitales como Hinge Health.

Nunca ha habido un mejor momento para evaluar enfoques nuevos e innovadores para resolver los dolores MSK de tus empleados. Contáctanos para saber cómo la Clínica Digital de Hinge Health puede ayudar a tu organización a mejorar los resultados MSK, ofrecer una experiencia excepcional a los miembros y reducir el número de demandas por negligencia médica gracias a un enfoque holístico del cuidado clínico que reconoce la importancia tanto de la mente como del cuerpo.