Cuando tu rodilla se desliza suavemente al dar un paso al andar o una zancada al correr, el líquido lubricante de la articulación de la rodilla es el responsable de esa facilidad de movimiento. Necesitamos líquido lubricante en todas nuestras articulaciones para ayudar a reducir la fricción y hacer que el movimiento sea fluido. 

Sin embargo, a veces parte de este líquido puede llegar a la parte posterior de la articulación de la rodilla y provocar un saco que tiene el aspecto y el tacto de un pequeño bulto. Esta protuberancia benigna se conoce como quiste de Baker.

Un quiste de Baker puede causar una incómoda hinchazón de larodilla y afectar a su mobilidad. Puede resultarte difícil mover completamente la rodilla o incluso andar. Por suerte, la mayoría de los casos de quiste de Baker se resuelven solos con el tiempo. El ejercicio es una forma importante de ayudar a controlar el Dolor y asegurarte de que no pierdes fuerza en la rodilla o Rango de movimiento mientras te curas. 

Sigue leyendo para saber más sobre las causas del quiste de Baker y sobre cómo controlar los síntomas, especialmente con los ejercicios recomendados por nuestro fisioterapeuta de Hinge Health. 

¿Qué es un quiste de Baker? 

Un quiste de Baker es un tipo de quiste que se desarrolla en la parte posterior de la rodilla, detrás de la articulación de la rodilla. Suele formarse en relación con la artritis o las roturas de menisco, cuando se crea un conducto que permite que parte del líquido lubricante se dirija a la parte posterior de la rodilla. Esto da lugar a una bolsa llena de líquido llamada quiste de Baker.

Es importante tener en cuenta que un quiste de Baker puede compartir síntomas con un coágulo sanguíneo, como hinchazón y dolor y sensibilidad en la pierna. Aunque un quiste de Baker no es una afección peligrosa y suele resolverse por sí solo, los coágulos sanguíneos pueden causar síntomas graves, como dificultad para respirar o dolor al respirar profundamente. "Si te preocupa un coágulo de sangre, acude al médico de inmediato", dice Courteney Kemp, PT, DPT, fisioterapeuta de Hinge Health.

Síntomas del quiste de Baker

Los síntomas del quiste de Baker pueden variar en gravedad. Algunos de los síntomas más frecuentes son 

• Un bulto detrás de la rodilla. Es probable que notes un bulto bajo la piel, detrás de la articulación de la rodilla.

• Dolor de rodilla. El quiste de Baker puede causar Dolor, sobre todo en la parte posterior de la rodilla.

• Hinchazón. Dependiendo de la cantidad de líquido que haya en la bolsa y de la inflamación de la zona, también puedes experimentar hinchazón de rodilla, sobre todo detrás de la rodilla.

• Rigidez con la actividad. El quiste, dice el Dr. Kemp, puede causar rigidez cuando intentas doblar o extender la pierna.

• Restringido Rango de movimiento. Puede resultarte más difícil de lo normal moverte o hacer ejercicio, y puedes sentir un poco de malestar cuando lo hagas.

Aunque un quiste de Baker puede ser incómodo y alarmante cuando lo notas por primera vez, es importante recordar que estos quistes suelen desaparecer por sí solos con el tiempo, y el ejercicio puede ayudarte a controlar los síntomas en el proceso.

Causas comunes del quiste de Baker

Un quiste de Baker se desarrolla debido a una lesión o inflamación en la rodilla, más comúnmente relacionada con afecciones y lesiones de rodilla como 

• Osteoartritis. A medida que envejeces, es normal que la articulación de la rodilla (y otras articulaciones) cambie. La artritis de rodilla puede causar inflamación y cambios en el cartílago que pueden permitir que el líquido se dirija a la parte posterior de la rodilla, lo que puede dar lugar a un quiste de Baker.

• Lesiones deportivas. Las lesiones deportivas habituales, como la rotura de menisco o del ligamento cruzado anterior, a veces pueden asociarse a un quiste de Baker. 

Opciones de tratamiento para el quiste de Baker

En muchos casos, un quiste de Baker no requiere intervención médica. "En lugar de eso, nos centramos en controlar los síntomas y prevenir la pérdida de función", dice el Dr. Kemp. Las opciones de tratamiento conservador, de inicio, pueden ayudar a reducir el Dolor y mejorar la movilidad mientras se cura la zona. 

• Hielo. Aplicar una bolsa de hielo puede reducir la hinchazón detrás de la rodilla, lo que a su vez puede reducir el Dolor y facilitar que te muevas sin molestias.

• Actividad física modificada. No suele recomendarse reposo absoluto para un quiste de Baker. Céntrate en movimientos suaves, y modifica tus actividades cuando sea necesario. "Por ejemplo, montar en bici puede no ser cómodo, pero puede parecerte bien dar un paseo", dice el Dr. Kemp.

• Medicamentos de venta libre (OTC). Los aliviadores del dolor, como el ibuprofeno (Advil, Motrin), el naproxeno (Aleve) y el paracetamol (Tylenol), pueden ser útiles para el dolor del quiste de Baker. Es importante que te asegures de que puedes tomar estos medicamentos con seguridad, basándote en tu historial médico.

Si tu quiste de Baker no se resuelve por sí solo, o si el Dolor empeora, tu médico puede recomendarte otros tratamientos. Pero para la mayoría de la gente, el Dr. Kemp insiste en que el tiempo y el movimiento son la mejor medicina.