El dolor pélvico en las mujeres por la noche: causas, tratamiento, ejercicios

¿Te preguntas por qué tienes dolor pélvico al acostarte por la noche? Aprende sobre causas, prevención y ejercicios de tratamiento de fisioterapeutas.

Published Date: Nov 14, 2022
Woman laying on her back with her hands on her pelvis

El dolor pélvico en las mujeres por la noche: causas, tratamiento, ejercicios

¿Te preguntas por qué tienes dolor pélvico al acostarte por la noche? Aprende sobre causas, prevención y ejercicios de tratamiento de fisioterapeutas.

Published Date: Nov 14, 2022
Woman laying on her back with her hands on her pelvis
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From your first menstrual cramps, you learned that pelvic pain can be pretty disruptive to your life. Pelvic pain at night can be particularly brutal because it affects your sleep. This can create a vicious cycle since poor sleep can exacerbate all kinds of pain. That time-of-the-month cramps aside, about one-quarter of women experience chronic pelvic pain, persistent physical aches, and related emotional distress that lasts for six months or more.

The first step to relieving your pelvic pain at night is to understand the different issues that cause it. Here, learn more about what causes pelvic pain at night, and how to prevent and treat it - especially with exercises from our Hinge Health physical therapists.

Nuestros expertos de Hinge Health

Lori Walter, PT, DPT
Fisioterapeuta
El Dr. Walter es un fisioterapeuta de Hinge Health con más de 20 años de experiencia de trabajo en lesiones ortopédicas, salud pélvica y medicina deportiva.
Tamara Grisales, MD
Médica especialista en Uroginecología y revisora médica
La Dra. Grisales es uroginecóloga y cirujana certificada por la junta y supervisa el programa de salud pélvica femenina en Hinge Health.

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¿Qué es el dolor pélvico?

El dolor pélvico adopta muchas formas. La pelvis es una estructura en forma de tazón que alberga una serie de órganos, incluyendo tus órganos reproductores, digestivos y de eliminación de residuos. En el fondo del tazón, entre los huesos de la cintura, se encuentran tres capas de músculos del piso pélvico, responsables de retener o liberar el contenido (como la orina) y de tu función sexual. Puedes experimentar dolor pélvico en cualquier parte de la zona, entre el ombligo y la ingle, dependiendo de qué estructuras estén implicadas.

Puedes experimentar un dolor agudo, punzante o intenso debido a una lesión o problema médico, un dolor mensual previsible con el ciclo menstrual o dolores sordos asociados a un desequilibrio muscular.

"El dolor pélvico también puede irradiarse. El dolor que puede originarse en los músculos del suelo pélvico puede desplazarse hasta el ombligo o la parte baja de la espalda. Esa es una de las razones por las que se pasa por alto: la gente cree que solo tiene dolor de espalda baja", explica Lori Walter, PT, DPT, fisioterapeuta de Hinge Health. 

Causas del dolor pélvico nocturno

El dolor pélvico tiene muchas causas posibles, como infecciones, inflamaciones o lesiones traumáticas. He aquí algunos de los motivos más comunes por los que puedes experimentar dolor pélvico por lanoche:

Dolor muscular del piso pélvico. Una causa infravalorada del dolor pélvico es el desequilibrio de los músculos del piso pélvico. Pueden tensarse demasiado (dolor hipertónico), sobre todo si aprietas los músculos del piso pélvico cuando estás estresada. El resultado: un dolor sordo que aparece y desaparece después de ciertas actividades o posturas. El dolor hipertónico se nota especialmente por la noche, comenta el Dr. Walter. "Es un poco como la gente que aprieta la mandíbula y no se da cuenta hasta que le da dolor de cabeza. Puede que estés apretando los músculos del piso pélvico todo el día porque estás muy estresada, y no te das cuenta hasta que te acuestas. Entonces por fin te relajas y notas que hay dolor pélvico".

La tensión sostenida también puede provocar la compresión de los nervios de la zona, lo que produce ardor o dolor irradiado. La incontinencia y el estreñimiento son otros signos de que podrías tener una disfunción del suelo pélvico, ya que esos músculos se encargan de retener y expulsar los desechos.

Dolor pélvico relacionado con el embarazo. El dolor pélvico se produce porque tus ligamentos se estiran y aflojan para acomodar al bebé en crecimiento. Las mujeres embarazadas también son propensas al dolor muscular del suelo pélvico. "Como tu cuerpo produce hormonas para aflojar la zona en preparación para el parto, los músculos del piso pélvico tienen que trabajar aún más para mantenerlo todo unido", dice el Dr. Walter. La fisioterapia del suelo pélvico antes del parto puede ayudar a optimizar la fuerza y la flexibilidad de los músculos, lo que te permitirá recuperarte mejor tras el parto, añade el Dr. Walter.

Otros tipos de dolor pélvico durante el embarazo: dolor de ligamentos redondos (dolor agudo con movimientos bruscos) y contracciones de Braxton Hicks (contracciones "de ensayo" previas al parto). La mayoría de los dolores pélvicos durante el embarazo no son graves, pero busca consejo si te preocupa algo (consulta "Cuándo acudir al médico" más abajo).

Otras causas médicas de dolor pélvico que pueden provocar síntomas nocturnos:

Endometriosis. El revestimiento del útero crece fuera de él y responde a tu ciclo menstrual mensual con cólicos y hemorragias durante la regla. Esto provoca dolor, inflamación y cicatrices. El dolor puede durar todo el mes y producirse durante las relaciones sexuales.

Enfermedad inflamatoria pélvica. Esta infección de los órganos reproductores provoca dolor en la parte baja del abdomen. También puedes notar flujo, hemorragia vaginal, fiebre y problemas para orinar. La EPI puede estar causada por una infección de transmisión sexual (ITS).

Períodos dolorosos (dismenorrea). Las reglas dolorosas afectan hasta al 81% de las mujeres, según el American College of Obstetricians and Gynecologists, y son una fuente increíblemente frecuente de dolor pélvico. Las prostaglandinas, sustancias químicas producidas por el revestimiento del útero durante la menstruación, se asocian a fuertes dolores en la zona pélvica. El dolor puede parecer un espasmo muscular, un dolor sordo o un dolor de espalda.

Fibromas. Estas células que crecen en exceso en la pared del útero pueden ejercer presión sobre la espalda y la pelvis, provocando dolor.

Problemas del tracto urinario. Las infecciones del tracto urinario (ITU) producen dolor pélvico (sobre todo alrededor del hueso púbico), junto con ardor o escozor al orinar. Puedes sentir una necesidad constante de orinar aunque acabes de vaciar la vejiga. Las ITU repetidas aumentan el riesgo de dolor pélvico crónico. La cistitis intersticial, o inflamación de la pared de la vejiga, tiene síntomas similares a los de una ITU y también causa dolor pélvico.

Problemas del sistema digestivo. El síndrome del intestino irritable (SII) es una de las causas más frecuentes de dolor pélvico. La enfermedad inflamatoria intestinal (enfermedad de Crohn y colitis ulcerosa) y la diverticulitis son otras afecciones digestivas asociadas a la inflamación del tracto digestivo que pueden provocar dolor pélvico.

Cuándo acudir al médico

Muchas causas de dolor pélvico no son graves, pero si tienes dolor pélvico que no desaparece o reaparece constantemente, vale la pena que acudas a tu médico de atención primaria o ginecólogo para que te haga una evaluación, recomienda la Dra. Tamara Grisales, uroginecóloga experta de Hinge Health. Tu médico puede detectar distintas causas de dolor pélvico (como ITS, problemas digestivos y musculoesqueléticos) mediante un examen físico, análisis de sangre y pruebas de imagen como ecografías.

Tu médico puede remitirte a un especialista, por ejemplo, a un uroginecólogo si tu dolor afecta a trastornos del piso pélvico o a la vejiga o la uretra. Puede que necesites ver a un gastroenterólogo si tu dolor pélvico está relacionado con afecciones digestivas. Es probable que te remitan a un fisioterapeuta con experiencia en el tratamiento del suelo pélvico si se sospecha una causa musculoesquelética del dolor pélvico.

Acude al médico si notas alguno de los siguientes síntomas:

  • Dolor intenso que no responde al tratamiento

  • Dolor acompañado de náuseas, vómitos, fiebre o escalofríos

  • Orina maloliente o sanguinolenta

  • Flujo vaginal maloliente

  • Sangrado vaginal abundante o irregular

  • Dificultad o dolor al orinar

  • Dificultades para defecar, como estreñimiento, diarrea, gases e inflamación o hemorragia rectal.

Consejos de prevención

Ponte de pie y estírate cada hora del día. "Estar sentado durante periodos prolongados, sobre todo en superficies duras, puede ser un reto para las personas con dolor pélvico", dice el Dr. Walter.

Practica una buena postura. Una columna encorvada puede afectar a la forma en que inclinas y mueves las caderas, que están conectadas a los músculos del piso pélvico. Una postura sana reduce el riesgo de tensiones articulares y desequilibrios musculares. Aunque no existe la "postura perfecta", moverse con frecuencia (¡consulta más arriba!) puede ayudar.

¿Estás embarazada? Duerme sobre almohadas estratégicamente colocadas. Durante el segundo y tercer trimestres, evita dormir boca arriba, ya que el peso del útero en crecimiento recae sobre la columna vertebral y los músculos de la espalda. En su lugar, duerme de lado con una o ambas rodillas flexionadas, aconseja el American College of Obstetricians and Gynecologists. Dormir con una almohada entre las rodillas y otra bajo el vientre puede proporcionar el apoyo necesario a los músculos de la pelvis y la espalda.

"Todo lo que no esté apoyado al sentarse o dormir tendrá más tensión", dice el Dr. Walter. "Los músculos intentan sostenerte. Así que si puedes poner almohadas o toallas debajo de cualquier cosa que no esté apoyada, puede permitir que tus músculos se relajen de verdad". Algunas embarazadas pueden necesitar una almohada de cuerpo entero para un apoyo óptimo.

Mantente hidratada y sigue una dieta rica en fibra. Las deposiciones regulares favorecen una buena salud pélvica. "El estreñimiento ejerce más presión sobre el suelo pélvico", dice el Dr. Walter.

Experimenta con distintas posturas sexuales. Si tienes los músculos flexores de la cadera tensos, cambiar de la posición del misionero a la de decúbito lateral, que requiere abrir menos las piernas, puede resultar más cómodo, dice el Dr. Walter. Si tienes prolapso de órganos, las posturas en las que te acuestas en vez de mantenerte erguida funcionan mejor, para que la gravedad no haga descender aún más los órganos.

Controla las menstruaciones dolorosas. Los suplementos de vitamina B1 y magnesio pueden ayudar a prevenir el dolor menstrual, según el American College of Obstetrics and Gynecology. Tu médico puede recetarte anticonceptivos para reducir un ciclo menstrual doloroso. Los antiinflamatorios no esteroideos (AINE), como el ibuprofeno (Advil), alivian el dolor al actuar sobre las prostaglandinas.

Haz ejercicio físico a diario y mantén un peso saludable. El exceso de peso aumenta la carga sobre tu estructura musculoesquelética, incluyendo la cadera y los músculos del piso pélvico. El ejercicio regular es una forma de aliviar el estrés (que puede empeorar la tensión de los músculos del suelo pélvico), al tiempo que mejora la fuerza, el equilibrio y la flexibilidad generales.

Tratamientos y ejercicios para el dolor pélvico nocturno

El tratamiento comienza con el diagnóstico de tu profesional de la salud y la elección de los remedios adecuados a tu problema. Pero tratar solo las causas físicas del dolor pélvico nocturno puede no ser suficiente, especialmente en el caso del dolor pélvico complejo o crónico. Por ejemplo, hasta el 28% de las mujeres que obtienen cirugía para la endometriosis no experimentan alivio después. El dolor continuado puede modificar zonas del cerebro que procesan la percepción del dolor, amplificando las sensaciones y provocando un aumento de la sensibilidad. Esto conduce a un dolor crónico que persiste incluso después de haber tratado la causa física. Las mujeres que padecen dolor pélvico crónico también son más propensas a la depresión y la ansiedad, que empeoran el dolor.

Por lo tanto, los expertos recomiendan un enfoque de tratamiento integral y holístico (que puede requerir un equipo de profesionales sanitarios) que aborde tus necesidades físicas, emocionales, sexuales y de calidad de vida. Los siguientes consejos de las directrices para el tratamiento del dolor pélvico en 2020 del American College of Obstetrics and Gynecologists y de los fisioterapeutas y médicos de Hinge Health pueden aliviar el dolor pélvico nocturno:

Fisioterapia del suelo pélvico (PFPT, en inglés). Un fisioterapeuta especializado en salud pélvica puede tratar el dolor que tiene una causa musculoesquelética. El fisioterapeuta realizará una evaluación exhaustiva, valorando si determinadas posturas o actividades desencadenan o alivian el dolor. "Utilizo identificadores como: 'Me duele cuando hago esto; me siento mejor cuando hago aquello'", dice el Dr. Walter. Esto les ayuda a determinar qué músculos del suelo pélvico están implicados y si las zonas de conexión, como las caderas y la espalda, presentan desequilibrios que también contribuyen al dolor.

El PFPT suele incluir ejercicios que fortalecen los músculos débiles (hipotónicos) y estiran los tensos (hipertónicos) para que el suelo pélvico funcione de forma óptima. El fisioterapeuta también puede recomendar el fortalecimiento de los músculos de sostén del tronco, las caderas y la espalda.

"La educación también es una parte muy importante del PFPT. Comprender de dónde procede el dolor supone un alivio en sí mismo y ayuda a las personas a ser sus propias defensoras. También abordamos cuestiones como la respiración óptima, las posturas para ir al baño y las posturas sexuales", dice el Dr. Walter.

Terapia cognitivo-conductual. Este método terapéutico te enseña a examinar tus pensamientos y comportamientos en torno al dolor, lo que cambia tu percepción del dolor y mejora las habilidades de afrontamiento. La TCC también trata la depresión y la ansiedad, que a menudo acompañan al dolor pélvico crónico y lo empeoran.

Terapia sexual. Tu médico puede recomendarte terapia sexual o terapia de pareja, además de la fisioterapia del suelo pélvico. Para muchas parejas, la vuelta a unas relaciones sexuales sin dolor requiere abordar problemas físicos, emocionales y de relación. También se ha demostrado que la terapia sexual mejora el trastorno orgásmico femenino y el dolor genitopélvico.

Remedios complementarios o alternativos. El yoga y la acupuntura tienen pruebas significativas de que ayudan a aliviar otros síndromes de dolor crónico complejo, por lo que son buenas opciones para el dolor pélvico que tiene una causa musculoesquelética.

Antidepresivos. Una revisión sistemática de 37 ensayos descubrió que ciertos antidepresivos mejoraban la depresión, el dolor y la calidad de vida de las personas con síndromes de dolor crónico como la fibromialgia y la neuropatía diabética. Por ello, estos fármacos se prescriben a menudo para el dolor pélvico crónico.

Otros medicamentos recetados. Los analgésicos gabapentina y pregabalina pueden recetarse basándose en su éxito en otros síndromes de dolor neuropático complejo. Pueden potenciar los efectos de la fisioterapia del suelo pélvico.

Inyecciones en puntos detonantes. Tu ginecólogo puede inyectar un anestésico o Botox en zonas sensibles del suelo pélvico para aliviarte, sobre todo si tu dolor pélvico implica espasmos musculares (lo que se conoce como dolor pélvico crónico miofascial). Las inyecciones en los puntos detonantes pueden utilizarse junto con fisioterapia del suelo pélvico.

Cirugía. Afecciones como la endometriosis y los fibromas pueden requerir cirugía si los tratamientos menos invasivos no son eficaces.

Exercises for Pelvic Floor Dysfunction: How to Get Started

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He aquí unos cuantos ejercicios suaves de Hinge Health que suelen utilizarse para relajar los músculos del piso pélvico. Todos pueden hacerse antes de acostarse, pero intenta incorporarlos a tu rutina a lo largo del día. "Si tiendes a apretar los músculos del suelo pélvico, si puedes relajarlos de forma más rutinaria a lo largo del día, tu dolor nocturno mejorará", dice el Dr. Walter.

La información contenida en estos vídeos está destinada exclusivamente a fines educativos y no constituye consejo médico ni tratamiento para ninguna afección específica. Hinge Health no es tu proveedor de atención médica y no es responsable de ninguna lesión sufrida o exacerbada por tu uso o participación en estos ejercicios. Consulta a tu proveedor de atención médica sobre cualquier pregunta que puedas tener sobre tu afección o tratamiento médico.

Consejo del fisioterapeuta: prueba la relajación muscular progresiva en la hora de dormir

"La relajación muscular progresiva consiste en tensar y relajar diferentes músculos de uno en uno, desde la cabeza hasta los pies", dice Lori Walter, fisioterapeuta, doctora en Fisioterapia, fisioterapeuta de Hinge Health. 

"Si te familiarizas con la sensación de tensión muscular, serás más consciente de cuándo tensas los músculos del suelo pélvico cuando estás estresada. Esta tensión inconsciente del suelo pélvico causa dolor, por lo que simplemente identificar la frecuencia con la que lo haces produce alivio." Haz esta rutina cuando estés acostada en la cama, justo antes de dormir: 

  • Mientras inhalas lentamente y profundamente, tensa los músculos de la frente lo más fuerte posible. 

  • Al exhalar, suelta los músculos y deja que se relajen rápidamente. Repite esto con los hombros, los bíceps, los antebrazos, el abdomen, el muslo, los glúteos, la pantorrilla y los pies. 

  • Presta atención a cómo se siente liberar la tensión de cada grupo muscular. Esto te relaja naturalmente y te ayuda a dormir. 

Cómo puede ayudarlo Hinge Health

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Este artículo y su contenido se proporcionan únicamente con fines educativos e informativos y no constituyen asesoramiento médico ni servicios profesionales específicos para ti ni tu afección médica.

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Referencias

  1. As-Sanie, S., Harris, R., Napadow, V., Kim, J., Neshewat, G., Kairys, A.,... y Schmidt-Wilcke, T. (2012). Changes in regional gray matter volume in women with chronic pelvic pain—A voxel based morphometry study (Cambios en el volumen de la materia gris regional en mujeres con dolor pélvico crónico: un estudio de la morfometría basada en vóxel). Pain (Dolor), 153(5), 1006–1014. doi:10.1016/j.pain.2012.01.032

  2. Ball, E., y Khan, K. S. (2020). Recent advances in understanding and managing chronic pelvic pain in women with special consideration to endometriosis (Avances recientes en la comprensión y el tratamiento del dolor pélvico crónico en mujeres con consideración especial en la endometriosis). F1000Research, 9, F1000 Faculty Rev-83. https://doi.org/10.12688/f1000research.20750.1

  3. ¿Puedo dormir boca arriba cuando estoy embarazada? (2021). Colegio Americano de Obstetras y Ginecólogos. https://www.acog.org/womens-health/experts-and-stories/ask-acog/can-i-sleep-on-my-back-when-im-pregnant 

  4. Dolor pélvico crónico. (2022). Colegio Americano de Obstetras y Ginecólogos. https://www.acog.org/womens-health/faqs/chronic-pelvic-pain 

  5. Dolor pélvico crónico. (2020). &Ginecología Obstetricia, 135 (3), e98—e109. doi: 10.1097/aog.0000000000003716 

  6. Ghetti, C., Lee, M., Oliphant, S., Okun, M., y Lowder, J. L. (2015). Sleep quality in women seeking care for pelvic organ prolapse. (Calidad del sueño en mujeres que buscan atención por prolapso de órgano pélvico) Maturitas, 80(2), 155–161. doi:10.1016/j.maturitas.2014.10.015